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Los ecosistemas

Introducción

El archipiélago canario, aun teniendo una extensión relativamente pequeña, posee una enorme diversidad de ecosistemas debido a:

  • El gradiente térmico altitudinal.
  • La infuencia de los vientos.
  • La orografa insular que ha dado lugar a una gran variedad microclimática.
  • Los tipos de suelo de origen volcánico.

Los vientos, especialmente los alisios del NE condicionan el clima, ya que su humedad se condensa en las medianías del N y NE de las islas más elevadas, formando el mar de nubes, situado entre los 600 y 1.500 metros de altitud, su límite superior coincide con la circulación de vientos más secos y cálidos que no permiten su ascenso.

Los ecosistemas terrestres de Canarias se distribuyen en diferentes pisos que destacan por sus singulares comunidades animales y vegetales, que incluyen endemismos canarios y macaronésicos.

Para saber más sobre los ecosistemas macaronésicos

Audio de José María Fernández Palacios de la Universidad de La Laguna en el que explica la gran diversidad de ecosistemas de la Macaronesia.

Cardonal-tabaibal

Aparece en todas las islas desde el nivel del mar hasta los 300 o 400 metros a barlovento y hasta unos 600 en sotavento, hay grandes periodos de enorme insolación, escasez de precipitaciones y moderada humedad atmosférica.

Las especies más representativas de esta comunidad son el cardón y las tabaibas. Pueden aparecer en comunidades separadas o formando una sola comunidad.

En la zona costera de los barrancos y en los acantilados se da una vegetación específca adaptada a las condiciones de este hábitat.

Bosque termófilo

Aparece en todas las islas por encima del matorral costero, hasta los 500 metros en la zona de barlovento y los 750 metros en la zona de sotavento. Tiene un grado más alto de humedad, menor insolación y temperaturas relativamente más suaves que en las zonas bajas. Los suelos suelen tener un mayor desarrollo. Las condiciones ambientales favorecen en gran medida la existencia de un tipo de bosque formado por unas especies arbóreas no muy numerosas.

Este piso ha sido denominado también sabinar-palmeral, por ser dos de las principales especies que lo componen, aunque aparecen siempre acompañadas por otras, tales como el drago, acebuche, olivo salvaje, peralillo o marmolán, sauce, almácigo, lentisco, orobal, etc.

En esta estrecha banda se refugia una gran riqueza biológica debido al aporte de elementos florísticos y faunísticos de los ecosistemas cercanos.

Monteverde

Bosque subtropical caracterizado en lo que respecta al clima por un alto grado de humedad y temperaturas bastante estables. Aunque en la actualidad únicamente existe en Canarias, Madeira y Azores, tuvo su origen el los bosques terciarios de la cuenca mediterránea que desaparecieron hace millones de años.
Estos bosques cuentan, en su estado más puro con 18 especies diferentes de árboles de gran tamaño. Bajo estos se desarrollan gran número de musgos, hongos, helechos y plantas características de los medios con predominio de la oscuridad.

Laurisilva

Se da en la vertiente septentrional de todas las islas, menos Lanzarote y Fuerteventura, entre los 500 y los 1.200 metros de altitud. En ella predominan las especies de gran porte, con hojas de tipo lauroide, lo que da al bosque un aspecto homogéneo. Hay abundantes helechos y musgos, algunas lianas y un estrato arbusitvo.

Fayal-brezal

El fayal-brezal, considerado como una comunidad degradada, se desarrolla a la misma altitud que la laurisilva, en lugares que son demasiado secos para la mayor parte de sus especies o que sufrieron varias talas.
Puede existir como zona natural de transición a los pinares, tanto en las cotas altas de la laurisilva, como en las marginales (zona de cambio de vertientes).

Pinar

Se sitúa por encima del fayal-brezal en las vertientes de barlovento y del bosque termófilo en las de sotavento, el aire es más seco, hay más insolación y las temperaturas diurnas están más diferenciadas. Además se producen heladas y las precipitaciones son en forma de nieve en invierno. En estas condiciones viven los pinares canarios, que ocupan la franja que llega hasta los 2.200 metros de altitud.

Se trata de una formación monótona, formada principalmente por pino canario, quizás debido a la acción del hombre (pastoreo e incendios), que ha eliminado o desplazado a las especies del sotobosque. Además de este existen unos pocos arbustos y matorrales como el brezo y la faya en las zonas con cierto grado de humedad y escobones, codesos y jaras en las más secas.

Matorral de cumbre

Se sitúa a partir de los 2.200 m. en Tenerife y La Palma, donde las condiciones climáticas se hacen aun más duras ya que la radiación solar es más elevada. Existe un grado de humedad muy bajo en el aire, las temperaturas son extremas, se dan fuertes vientos y precipitaciones en invierno en forma de nieve e incluso desciende la temperatura una decena de grados bajo cero. Estas condiciones hacen que se establezca en esta zona una formación vegetal abierta de tipo matorral. Las especies que encontramos en las áreas de alta montaña son normalmente arbustivas y abiertas. El único árbol que sobrevive en estas cotas es el cedro.

Las especies vegetales que viven en la alta montaña muestran un aspecto almohadillado, unas largas raíces y unas hojas pequeñas y pilosas que les permiten subsistir en este medio tan adverso, como por ejemplo la hierba pajonera, que resiste muy bien los cambios de temperatura y los vientos de la alta montaña.

En la flora de la zona predominan dos leguminosas por su abundancia: la retama blanca, que llena de aromas la montaña en primavera, y el codeso de la cumbre. También se dan otros endemismos cuya portentosa floración engalana las cumbres de Tenerife y La Palma en los meses primaverales. Dentro de estos últimos endemismos destacamos la violeta del Teide (Viola cheiranthifolia), que es una rara y bella flor que crece en las laderas del Teide por encima de los 3.400 metros.