El siguiente gráfico representa una cliserie de la vegetación potencial en Canarias desde el nivel del mar hasta los 2.700 metros de altitud.

En ella observamos que la vegetación se dispone en pisos, con formaciones vegetales distintas según la altitud y la orientación, pues estos factores hacen variar las condiciones climáticas de temperatura y precipitaciones.

Estos dos factores dan lugar a ecosistemas (conjunto de organismos vivos y medio físico) diferenciados:

• En cuanto a la orientación, podemos observar una disimetría en los pisos de vegetación entre la fachada norte de las islas (barlovento), situada en la parte derecha del gráfico, con esa nube que representa los vientos alisios, y la fachada sur (sotavento), representada en la parte izquierda del gráfico.
• En cuanto a la altitud, podemos observar que se desarrollan una serie de pisos que se van a caracterizar por contar con formaciones vegetales arbustivas o arbóreas más o menos densas en función de las condiciones climáticas.

Esta cliserie solo aparece totalmente desarrollada en Tenerife, mientras en el resto de islas la presencia de los distintos ecosistemas estará determinada por la altitud máxima que alcanza cada una de ellas.

El siguiente mapa muestra la distribución espacial de los pisos de vegetación. Los factores que influyen en esta distribución son, sobre todo, la orientación y la altitud.

Así vemos que solo en La Palma y Tenerife están representados todos los pisos de vegetación, pues son las únicas que superan los 2.200 metros. En el resto de islas la presencia de los distintos ecosistemas estará determinada por la altitud máxima que alcanza cada una de ellas.

Estos ecosistemas son los propios de la región bioclimática mediterránea, y dentro de ella de la región macaronésica, de la que también forman parte Madeira, Azores, Cabo Verde, Islas Salvajes y la costa occidental norteafricana (entre el Sáhara Occidental y Cabo Verde). Esta región comparte, aunque con variantes, condiciones bioclimáticas y muchos endemismos.